Ideas clave del artículo de Linda Darling-Hammond.

Jesús María Mora Mur.

  1. Las escuelas deben tener en cuenta el contexto que el alumnado vive durante su etapa de formación. Además, el desarrollo del alumnado a todos los niveles se ve, en buena medida, influenciado por dicho contexto, en tanto en cuanto se producen relaciones e interacciones o hay más o menos oportunidades de aprendizaje bien formuladas.

  2. La forma de apoyar el correcto desarrollo del alumnado integralmente conlleva la puesta en práctica de los siguientes principios, alineados y consonantes entre sí:

    • Un entorno acogedor para el alumnado, que propicie la creación de vínculos y relaciones fuertes y seguras, basadas en el respeto entre personas. Asimismo, la coherencia y la predictibilidad en las rutinas es clave, pues reducen la ansiedad y mejoran el aprendizaje.

    • Un sistema de apoyos óptimo, cuyos objetivos son dar oportunidades de aprendizaje que promuevan las buenas relaciones y que permitan abordar las dificultades de aprendizaje dentro y fuera del aula.

    • Estrategias de intervención productivas, entre las que se incluyen el aprendizaje significativo, la investigación, el aprendizaje cooperativo, las posibilidades para recibir feedback y revisar la tarea con el objetivo de mejorarla, además del desarrollo de estrategias metacognitivas, que permiten reflexionar sobre el aprendizaje realizado.

    • Un fomento del desarrollo socioemocional, con la educación en habilidades sociales, emocionales y cognitivas, con oportunidades para su puesta en práctica dentro y fuera de la escuela. Mención expresa se realiza para la aproximación a la disciplina desde un contexto significativo, buscando que el alumnado entienda las implicaciones de sus acciones a nivel social.

3- Dichos principios han sido probados en investigaciones, con múltiples evidencias que muestran sus beneficios en el desarrollo integral del alumnado, a nivel cognitivo, físico y social. Asimismo, queda demostrado en base a múltiples evidencias que las prácticas contrarias a las mostradas pueden acarrear problemas o dar una consecución parcial de los objetivos que el sistema educativo plantea resolver.