Tema 1. Características del desarrollo psicoevolutivo de 6 a 12 años. Aspectos cognitivos, motrices, afectivos y sociales. Implicaciones en el proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje.

Introducción justificativa.

El tema que nos ocupa versa sobre el desarrollo psicoevolutivo de las niñas y niños de 6 a 12 años. Trataremos el proceso detallando todas las áreas del mismo, pues la Educación Primaria debe propiciar el desarrollo íntegro de la persona humana. Asimismo, relacionaremos el desarrollo con la práctica docente, dando diferentes indicaciones que adquieren relevancia en la practica de los maestros y maestras en los centros de enseñanza.

Características del desarrollo psicoevolutivo de los 6 a los 12 años.

Hemos definido la evolución del niño y su desarrollo como un proceso. Como tal, el niño se forma no solo por una acumulación de experiencia y la creación de nuevas conexiones neuronales en su cerebro, sino por diferentes aspectos culturales o sociales que configuran su identidad.

Uno de los retos clave en la educación es, más allá de permitir que el alumno acceda y construya el conocimiento, conseguir que las niñas y los niños sean capaces de anticipar su desarrollo, esto es, utilizar aquello que ya conocen para generar nuevos aprendizajes, tal y como consiguen realizar los aprendices experimentados. (CAST, 2011).

Para ello, conviene que el docente pueda enriquecer, en buena medida, el entorno de aprendizaje del alumnado, con el objeto de dar las mejores alternativas a los alumnos para propiciar el objetivo de la etapa de Educación Primaria.

Al hablar de desarrollo, por último, se cometen en ocasiones, ciertas imprecisiones que merece la pena aclarar:

En primer lugar, el desarrollo engloba necesariamente el crecimiento, entendido como el desarrollo a nivel celular, de tamaño de volumen de las unidades básicas de composición corporal. Por otro lado, hablaremos también de maduración para los aspectos cualitativos y los cambios de corte más funcional.

Sin embargo, el desarrollo implica un nivel más alto de cambio. No solo es capaz el individuo humano de realizar funciones más complejas y precisas o tiene un mayor número de células en el cuerpo. Además, los cambios funcionales ocurren de forma integral, cultivando la principal característica diferenciadora del género homo con respecto a otros animales: la superior capacidad de raciocinio, que implica sobrepasar los instintos y articular un pensamiento en base a la cultura, iniciar la socialización y preparar al individuo para la vida adulta, así como desarrollar una sensibilidad por aspectos más subjetivos como el arte.

Según Marchesi (2000) comprobar cita existen diferentes características que definen el desarrollo de los niños, a saber:

  1. El desarrollo se ve determinado por la genética y el ambiente.
  2. Los procesos de crecimiento y maduración pueden verse acelerados en ciertos momentos, aunque ocurran de forma continuada en el tiempo.
  3. El desarrollo parte de las percepciones y sensaciones hasta la articulación formal del lenguaje y pensamiento o capacidad de manejar conceptos no concretos o tangibles. En su lugar, se desarrolla la habilidad de evocar el concepto de forma abstracta y tratar con él.
  4. Hay una serie de fases diferenciadas en el desarrollo del niño. Destacamos aquí los estudios realizados por Piaget e Inhelder (1958) o Van Hiele (1986), en lo respectivo al razonamiento geométrico.
  5. El nivel y la consecución de los estadios determina necesariamente la consecución de los siguientes niveles.
  6. Y por último,

  7. En cualquier dimensión del desarrollo cabe la intervención educativa.

Dimensiones del desarrollo de los niños de 6 a 12 años.

Sin perjuicio de tratar cada dimensión por separado, hemos, siempre, de considerar el desarrollo como un proceso global, en la que las áreas que a continuación describiremos no son independientes entre sí. No es menos cierto que la absoluta globalización de dichas áreas puede ser complicada de poner en práctica, pero la adopción de una propuesta conciliadora en la que se establezcan relaciones de interdependencia enriquece sustancialmente el aprendizaje del alumnado.

Dimensión cognitiva.

El principal objeto de estudio de la psicología cognitiva no es la conducta, sino todo aquello que subyace a ella y propicia su aparición. Se entienden, pues, que los procesos psicológicos básicos son la percepción, la atención y la memoria. De estos deriva cualquier planeamiento de conducta que el individuo humano lleva a cabo.

En base a estos procesos articuló Piaget (1975) una teoría vinculada al método constructivista. Se distinguen en ella diferentes estadios evolutivos por los que pasa el niño a nivel cognitivo, a saber:

  1. Estadio sensoriomotor: visible hasta los dos años de edad.
  2. Estadio preoperacional: visible entre los dos y los siete años de edad.
  3. Estadio de las operaciones concretas: visible entre los siete y los once años de edad.
  4. Estadio de las operaciones formales: visible de los once años en adelante.

Véase como queda especificado el cambio de la intuición al rigor y la posibilidad de comprender entidades abstractas no tangibles o concretas. En concreto, para la etapa educativa que nos ocupa:

En el estadio preoperacional la característica principal del alumnado de los primeros cursos de la primaria es el pensamiento intuitivo. El alumnado ya ha dejado atrás la simbolización propia del segundo ciclo de la Educación Infantil en favor de una propuesta basada en la intuición. Sin embargo, existe todavía una imposibilidad de realizar experiencias que impliquen reversibilidad y se detecta también un alto grado de egocentrismo.

Al respecto de lo último considera el propio Piaget (1975) que para pasar al siguiente estadio evolutivo se necesita numerosa experiencia manipulando y aprendiendo acerca del entorno. Vygotsky (1979) serán las relaciones las que jueguen un papel clave en el paso a niveles superiores.

Después del estadio preoperacional se inicia el de las operaciones concretas en el que se adquieren diferentes habilidades, a saber:

  1. La reversibilidad, consistente en comprender una secuencia de órdenes en los dos sentidos. Esta cuestión no es menor, pues permite comprender, por ejemplo, la interdependencia entre la suma y la resta o deshacer una secuencia ordenada de pasos. (Aguilar et al., 2015). Además, la creación inviolable de una identidad asociada al concepto que permite entender que todas las ocurrencias de un concepto hacen referencia inequívoca a dicho concepto.
  2. El fin paulatino del egocentrismo y la apertura al tiempo no vivido y no presente (Egan, 1991; Santiesteban y González, 2010).
  3. La capacidad de predecir qué es lo que va a suceder en base a relaciones causales o inferencias, hipótesis y conjeturas, que son falsadas. (Craig, 2001)

En estos estadios, es habitual la práctica y el aprendizaje de diversos métodos y herramientas para organizar e integrar mejor la información, fruto de su mejora como aprendiz (CAST, 2011). Entre otros, podemos especificar:

Las estrategias de repaso y categorización son claves para mejorar la memoria y la integración de nuevos aprendizajes en ella. Así, al finalizar el segundo ciclo de la educación primaria es capaz el alumnado de crear agrupaciones de elementos en base a una categoría compartida entre todos ellos. Por otro lado son capaces de inferir cuestiones no explícitas en declaraciones. Esto les permite un acceso más rápido y eficiente a la información (Craig, 2001).

Por otro lado, la metacognición, es decir, la propia reflexión sobre aquello que el niño piensa para evaluar las acciones y metas del alumno alcanza su máximo nivel entre los 7 y los 10 años, siendo más eficiente ante material conocido que desconocido (Craig, 2001)

Dimensión motriz.

Además de todos los cambios relatados en el epígrafe anterior, en la etapa de primaria asistimos a cambios físicos en el alumnado propiciados por un desarrollo y una mejora de las habilidades motrices de forma progresiva. Hay diversos factores que ralentizan o aceleran la maduración en esta área, a saber, el nivel de actividad, la genética, el sexo o la alimentación. Nótese como el crecimiento es dispar, siendo más pequeñas y delgadas las niñas que los niños hasta los nueve años. A partir de ese momento, comienza una maduración más acelerada en la mujer, cuyo correlato masculino llegará años después. Comprobar referencia